domingo, 30 de diciembre de 2012

EN DEFENSA Y LA DIFUSIÓN DEL ARTE DE LA TAUROMAQUIA


Independientemente de las raíces más profundas y antiguas de la Fiesta, que por cierto, parecen remontarse a los albores de los tiempos, en el nacimiento del hombre en la prehistoria, la Tauromaquia debe ser respetada porque es una tradición de tremendo calado… aunque haya quién no la comprenda. Oigan, hay personas que prefieren la otras cosas, pues allá ellos, mis respetos…

La Tauromaquia está reflejada de manera imborrable, aunque a unos poco les pese, en la cultura literaria, en la cultura popular, en el Arte, en todas sus facetas… Pintura, escultura, baile, cante, cine, refraneros, poesía… y cómo no, hasta en el lenguaje cotidiano, que se ha visto influenciado y enriquecido del maravilloso mundo de los toros… Frases como “coger al toro por los cuernos”, “Atarse bien los machos”, “tomar el olivo”, “rajarse” o “venirse arriba”, forman ya parte de nuestro lenguaje diario…

De la misma manera, considerando valores como el respeto a la naturaleza, al medio ambiente, la Tauromaquia sigue dando lecciones de cómo se ha de hacer sostenible la biodiversidad respetando los más bellos biotopos… Negar esto, es negar que hay día y noche.

Por encima de análisis ecológicos o económicos, están nuestros sentimientos… y lo que es más importante, nuestra libertad… Y elegimos emocionarnos con este Arte que sublima, elegimos seguir siendo taurinos… Es nuestra forma de vivir y sentir, una manera de ser…

Respetamos nuestras tradiciones y a nuestros antepasados, negarlas, es negarlos, es negar lo que ellos fueron y es negarnos a nosotros mismos… Es negar a todos los que se dejaron la vida en la sagrada arena de una plaza de toros, porque su sentimiento era torero…

Por ellos, y a pesar de unos pocos desinformados, damos testimonio desde antiguo de que aquí estamos… aquí seguimos y aquí seguiremos… "porque somos lo que queremos ser".

¡Viva el Arte de la Tauromaquia Carajo!