En una sentencia ejemplar el máximo tribunal constitucional de Francia, ha reconocido la plena legalidad de las corridas de toros en ese país. De este modo, se protege el derecho humano a la cultura de una población minoritaria del sur de Francia que practica la cultura taurina desde hace cientos de años, mediante la celebración ininterrumpida de corridas de toros.
De este modo, descarta la prohibición solicitada por grupos animalistas, que pretendían destruir la cultura taurina vigente en ese país, manejando grandes recursos económicos provenientes de fundaciones europeas.
Cabe recordar que los derechos culturales como la protección de la Diversidad Cultural, el derecho de las Minorías y la Protección del Patrimonio Cultural, surgen a partir del Derecho Humano a la Cultura, para proteger a la inmensa variedad de cultural, justamente porque son distintas y tienen otras costumbres que, como la taurina, pueden enfrentar a la cultura dominante (esencialnete anglosajona) que gobierna en la mayor parte del mundo.
Estos son los fundamentos de la UNESCO para proteger la diversidad cultural y Francia, uno de los países más civilizados y con mayor nivel educativo del mundo, acaba de dar un ejemplo admirable a la humanidad, en tiempos en que rebrota la intolerancia cultural a través del racismo, xenofobia, nazismo u homofobia.
Habrá personas que rechacen o se opongan a estas decisiones, pero deben aprender a tolerar las diferencias. Así como se pide respeto para las distintas razas, la homosexualidad o los extranjeros, también se debe respetar a las culturas que tengan otros valores distintos a los dominantes. Nadie obliga a nadie a practicarlas, esa es la ventaja de la libertad. Y nadie tiene el derecho de eliminarlas.
