domingo, 2 de marzo de 2014

¿RESURGE LA FIESTA BRAVA?

Editorial

Cuando más arreciaban los ataques desde diferentes orillas contra la Fiesta de los Toros, ésta – como el manido Ave Fénix – empezó a resurgir con inusitada fuerza.

En tierras españolas, donde por mor de los caprichos políticos y regionalistas comenzó el virus de la prohibición, ya el panorama ha cambiado y se espera que pronto hasta en Barcelona se vuelvan a dar corridas de toros. Un movimiento liderado por la AIT ha conseguido que numerosos ayuntamientos hayan declarado las fiestas taurinas parte integral de su patrimonio cultural. Lo propio han aprobado varias importantes Comunidades y ya se preparan baterías para obtener ese reconocimiento por parte de la Unesco.

En nuestro medio (Colombia), con excepción de la “alcaldada” del señor Petro (Alcalde Bogotá), que va en contravía de la Constitución y de la Ley, ya se definió jurisprudencialmente que ni los Concejos ni los Alcaldes pueden prohibir o mutilar el espectáculo taurino.

En Medellín, donde se vive ahora con entusiasmo la temporada taurina, se observan varios fenómenos: a) La afluencia de numerosos jóvenes a las tribunas, no con ánimo de alborotar, sino con el de juzgar y aprender a ver la corrida; b) La alegría del público, independientemente de los carteles, por contar con un espacio frente a la plaza para tertuliar y pasarla bien con sus amigos ; c) El retroceso del movimiento “antitaurino”. El pasado fin de semana, después de toda una semana de convocatorias por las redes sociales, aparecieron menos de 20 jovencitos (seguramente subvencionados por los organizadores) gritando las gastadas consignas y destempladas ofensas de siempre.

No sé si peco de optimista cuando deduzco de todo lo anterior un resurgimiento de nuestra fiesta. Claro que hace falta, como en otras épocas doradas, el enfrentamiento de dos figuras con fuerza, que es lo que mueve el fervor de las masas. Otros cambios deberán producirse en relación con la calidad de los toros, la excesiva injerencia de los apoderados, el desgano de algunos toreros, el elevado costo de las entradas……pero ese es otro tema.

Algo creo que hemos aportado en ASOTAURO a ese despertar de lo taurino. Son muchos los aficionados que se nos acercan, nos llaman o nos escriben para ofrecernos su apoyo .Ahora es el momento de demostrarlo, afiliándose a nuestra asociación y, desde allí ayudarnos a mantener viva y engrandecer cada día más esta gran fiesta.

Luis Alfonso García Carmona
Director Ejecutivo Asotauro