domingo, 10 de marzo de 2013

CONTUNDENTE REALIDAD: LAS CORRIDAS DE TOROS


Jaime Miranda Sousa

El mundo nunca sera totalmente justo, por ello los seres humanos solo podemos aspirar a que sea cada día menos injusto. Para lograrlo tenemos que priorizar las injusticias que queremos ir eliminando progresivamente dándole más importancia a aquellas que afectan a los seres humanos como la falta de respeto por la vida humana, la falta de trabajo, de educación, salud, justicia, discriminación, irrespeto por la propiedad segura.

El consumo de las langostas, por ejemplo, permite satisfacer las necesidades de pescadores, transportistas, comerciantes, empleados de restaurantes, etc., no creo, por esta razón, que sea justo para quienes viven de su consumo prohibir su pesca arguyendo que para cocinarlas hay que cruelmente meterlas vivas en agua hirviendo para que mueran mientras gritan y se mueven desesperadamente.

Igual de injusto para los seres humanos sería prohibir el consumo de pescado porque para llegar a la mesa de los hombres estos han sufrido un largo proceso de asfixia por que los pescados solo pueden respirar dentro del agua. Basta ver la desesperación por respirar que tienen los pescados recién sacados del agua para ver la cruel manera de morir que tienen.

Se dice que los boxeadores pelean porque quieren. No creo que sea sí porque poca es la libertad que dispone un ser primitivo, como lo son un gran número de ellos, de negarse a hacerlo si por meterse en un cuadrilátero para tratar de producirle una conmoción cerebral a otro ser humano, se le ofrece lo que nunca ha imaginado que podía tener.

Si sumamos las corridas de toros a los tres ejemplos de crueldad anteriores yo creería que lo primero que habría que eliminar es el boxeo porque se trata de terribles daños con irremediable consecuencias futuras conmociones cerebrales) que se infligen seres humanos incentivados por el dinero de personas que tan poco le interesan los boxeadores que los abandonan sin no les rinden. Sin embargo, si hoy eliminamos el boxeo más hombres no podrán satisfacer sus necesidades básicas y muchos seres humanos intelectualmente primitivos, perderían las esperanza de tener lo que nunca pensaron tener haciendo algo que hoy es lícito.

Para hacer que el mundo sea cada día menos injusto hay que luchar primero contra las injusticias que más afectan a los hombres, las corridas de toros son crueles con los toros pero prohibirlas sería injusto con una inmensa cantidad de seres humanos, incluyendo los que viven del turismo, que de la noche a la mañana se quedarían sin recursos para satisfacer sus necesidades familiares básicas.