Rafael Comino Delgado
Para mí el Toreo es un arte grandioso, sublime, único, sin igual, en el que se han inspirado multitud de poetas, pintores, escultores, músicos, literatos, etc (todo tipo de artistas) para crear sus obras. Ningún otro arte ha influido tanto en las demás artes como el Toreo...
Para mí el Toreo es un arte grandioso, sublime, único, sin igual, en el que se han inspirado multitud de poetas, pintores, escultores, músicos, literatos, etc (todo tipo de artistas) para crear sus obras. Ningún otro arte ha influido tanto en las demás artes como el Toreo. Por eso cuando pienso en los anti-taurinos realmente no les puedo entender, y siempre acabo diciendo lo mismo, “lo siento por ellos”, pero no se me tome esta frase como sarcasmo, o despectiva hacia ellos, porque no es así. Me explicaré:
Lo siento por ellos porque no pueden disfrutar (pues no les gusta) de las sensaciones, de las emociones que transmite el Toreo, para mí son profundas, intensas, muy difícilmente explicables con palabras. En cierta ocasión me pidieron que expresase lo que sentía al presenciar una gran faena de mi torero preferido (todos los aficionados tenemos un torero preferido, aunque nos gusten los demás) y contesté que era como “oír y vivir al mismo tiempo, la Danza de Fuego de Falla, la Primavera de Vivaldi, el Danubio Azul de Strauss y el Lago de los Cisnes de Tchaikovsky; todo ello, repito, al mismo tiempo. Sin embargo, los anti-taurinos no pueden disfrutar esas emociones y, sinceramente, me da pena, lo siento porque el Edén de sensibilidad, belleza y emoción que genera el Toreo les está vetado. Igual pensaría si alguien me dijese que no le gusta la música clásica o la poseía de Bécquer, por poner algún ejemplo.
También lo siento por los prohibidores, porque no pueden entender que el Toreo es un sentimiento, que nace de las mismas raíces de alma, y los sentimientos no se pueden ni deben prohibir. Podrán prohibir la expresión de ese sentimiento pero no el sentimiento que, en tal caso, se irá acumulando, al no poder expresarse, y tarde o temprano rebosará y saldrá a la libertad. No quiero ofender a nadie pero, sinceramente, pienso que la persona que no pueda entender estas cosas ha de tener una distorsión mental muy seria, y por eso digo ¡lo siento por ellos! Me gustaría que todos los anti-taurinos, especialmente los radicales, prohibidotes, reflexionasen sobre ello, procurando informarse de lo que es el Toreo, tratando de entender con mente abierta, porque creo que están equivocados.
En la historia hay multitud de intelectuales, artistas, científicos, todos personas muy inteligentes, que han sido y son amantes del Toreo, y es muy difícil que todos estén equivocados y los anti-taurinos en lo cierto.
El Toreo no es, como ellos dicen, crueldad, es valentía, arrojo y corazón, es sentimiento, arte y emoción y Torear es acariciar con pasión.
Rafael Comino Delgado es Catedrático de la Universidad de Cádiz
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