Si la afición española piensa que el riesgo ya no existe, peligrosa equivocación tras las recientes elecciones europeas.
Cuando hace más de 10 años barruntábamos las amenazas que se cernían sobre la Tauromaquia como elemento de nuestra cultura, convirtiéndola en el objetivo de numerosos e indiscriminados ataques, desde la Asociación Internacional de Tauromaquia, comenzamos a requerir una decidida actuación de la administración, los estamentos y todos los aficionados a la Fiesta, en defensa de una de las señas mas identificativas de nuestro Patrimonio Cultural.
Tuvo que ocurrir la prohibición de los Toros en Cataluña para que de alguna manera se nos empezara a tomar en cuenta después de un arduo proceso que nos llevó a recorrer buena parte de la geografía española, ofreciendo el apoyo técnico y material a numerosos ayuntamientos, diputaciones y mancomunidades, que legitimó mas aun la aprobación de una ley de defensa de la Tauromaquia en España que recoge nuestro particular reclamo: Su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español.
Esto ha traído paz a una afición que hoy siente que el peligro se ha disipado y la normalidad ha vuelto a los cosos, en los que se desarrolla plácidamente esta temporada: peligrosa equivocación.
Desde el principio sabíamos, que esta declaración no era suficiente, que debemos lograr que los pueblos americanos donde la Tauromaquia se recrea dicten declaraciones similares, para así, todos, junto con Francia y Portugal, presentar una candidatura para que la Tauromaquia sea incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Hoy esta afirmación anterior adquiere un carácter urgente, pues la amenaza lejos de haberse disipado, reaparece ahora en forma de partido político español, que accede al parlamento europeo con 5 diputados populistas, que entre sus consignas llevan una que nos atañe: Prohibir la Tauromaquia.
Claro, hay que hacer saber a la opinión pública, que dentro de la mas absoluta falta de coherencia de este partido llamado “Podemos”, también presentan otra “joya” dentro de su programa: ¡El aborto libre!. Es decir, van a proteger a los animales, derecho éste que le niegan a los seres humanos de más temprana existencia. ¡Olé por su magnanimidad!.
Lo cierto es que no podemos perder más tiempo, en España no se puede bajar la guardia, y los aficionados americanos donde ha llegado nuestro mensaje, deben activar sus campañas de defensa de la Tauromaquia y todos juntos apuntar de manera decidida en la misma dirección: La declaratoria nacional de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial de cada uno de los países que la recrean.
Tras ello, sin más dilaciones, presentar una concienzuda candidatura de la Tauromaquia a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, para lograr el blindaje definitivo de nuestras Fiestas de Toros.
Vamos todos a lograrlo, Aficionados del mundo: ¡nosotros si podemos!.
AIT